viernes, 30 de octubre de 2009

La iglesia diagonal

Saben, si juntaramos los titulos de los posts de este blog se podria interpretar quizas una ineresante novela de ficción... o es lo que a mi me parece... bueno, les pondre un bonus track, es decir, algo extra sin relacion alguna.



Casi nunca sueño, realmente, y como saben, siempre soñamos, y es mas bien el hecho de recordar el sueño lo que nos hace pensar si soñamos o no. El sueñño de anoche fue bastante largo, toda una aventura, que por alguna razón empezaba en la casa de una conocida debido a una fiesta reunion (creo que era su cumpleaños, o al menos eso parecia). el punto es, que yo conozco su casa y esta version era mas extraña, mas similar a una casa tipo embrujada, antes de ser embrujada, imaginense que la casa de los monster tuvo que ser nueva alguna vez...algo asi. habia mucha gente, y el festejo fue algo prolongado, pero finalmente, mi conocida y toda su familia se tenia que ir de vacaciones, asi que a grandes rasgos, de un momento a otro, se fueron, asi nomas, en un auto descapotable, igualmente antiguo para no atacar el mood reinante en el sueño. Justo en este momento, otra amiga me llama desde el otro lado de la calle, justo en un lugar donde espondria unas piezas que son como muebles cubiertos de plantas... algo asi.



Le digo a los demas que vayamos a ver, y aunque me siguen, no los veo, pero supongo que estan ahi... el lugar es una iglesia, al parecer rentada con fines multiples... pero el problema es que el piso esta dispuesto a 45 grados... es una odisea poder caminar por ahi... todo se resbala.. y nunca vemos la expo, y el caer, se siente como caer al cielo, que es bastante azul, pero tambien bastante hondo... es enorme....




Hay otra amiga, junto con su hermana... estan lejos ahora, y creo verlas de reojo de cuanto en cuanto, creo que aparecen 3 veces... y yo estoy en mi anterior casa, en una colonia cercana... todo esta abandonado, y cuido una tienda de quien no conozco a los dueños, pero tienen un baño portatil hecho de sillas y una lona anaranjada, justo ahi, frente a las carnes frías... y no lo puedo usar, aunque no hay nadie cerca, me gana el pudor, quizas por que se que desde arriba, me observo a mi mismo mientras sueño.

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